El eje Aries – Libra en todo su esplendor.

Cuando comencé a buscar personalidades arianas, me decidí por encontrarlas dentro del ámbito del tenis. Un deporte que contiene todas las características de este signo.

Aries es el Fuego primordial que se manifiesta en personalidades que aman los riesgos y la aventura. Donde el liderazgo, la decisión, la agresividad y la tenacidad y el deseo van de la mano. Personalidades que desayunan con adrenalina para imponerse siempre primeros y no vacilar si atropellan al que se interponga en su camino. Seguros y competitivos combinan fuerza física con concentración mental. Una energía símbolo de la voluntad, el esfuerzo individual y la integridad para superar derrotas.

Todos estos rasgos asociados a Marte, regente de Aries, se refuerzan con la exaltación del Sol en este signo.

Y es en el tenis donde también se verifica muy claramente el juego con su opuesto complementario, Libra en una coreografía que combina el ritmo con la belleza.

Llegada a ese punto pensé en acotar la búsqueda entre las mujeres top del tenis ya que podía ser interesante observar cómo se manifestaba en ellas ésta energía, considerada culturalmente “masculina”.

Seleccioné, por ser de distintas generaciones, a estas cuatro tenistas que tienen en sus Cartas Natales dominancia del eje Aries/Libra.

Martina Navratilova, 18 de octubre de 1956 – Sol en Libra y Luna y Ascendente en Aries.

Serena Williams, 26 de septiembre de 1981 – Sol en Libra, Ascendente en Tauro.

María Sharapova. 19 de abril de 1987 – Sol en Aries

Naomi Osaka 16 de octubre de 1997 – Sol en Libra, Luna en Aries.

Me centré en las vidas de Martina y María, con sus soles en oposición porque existe un vínculo muy particular entre ellas.

María define su perfil Aries diciendo: «Soy persistente e incapaz de rendirme. Mi fuerza mental siempre fue mi mejor arma. Incluso si mi rival era más fuerte, más segura de sí misma, incluso si jugaba mejor, yo podía ganar y lo hice.»

Seguramente una de sus compensaciones a tanto Aries fue la creación de su propia línea de golosinas Sugarpova. En estas golosinas vemos “la dulce presencia de Venus” con las cuales se deleita.

Desde sus inicios, la energía ariana estuvo presente en su vida. María fue concebida en la Rusia siberiana, unos meses después del accidente nuclear de Chernobil, un hecho completamente ariano. Para evitar efectos radiactivos sobre el embarazo, sus padres decidieron mudarse al balneario de Sochi, en el mar Negro.

Este cambio de locación hizo posible el encuentro casual con el campeón ruso de tenis de los años noventa. Kafelnikov la observó a María mientras jugaba con su padre y con otras niñas mayores y viendo su destreza, le regaló una raqueta.

Y es a sus 6 años cuando se cruza en su vida Martina Navratilova. En un torneo infantil, la vio jugar y les recomendó a los padres mudarse a Estados Unidos para su formación profesional.

Este encuentro puso al eje Aries – Libra otra vez en acción y nos permite reconocer algunos otros rasgos de la energía ariana en la población femenina.

Martina tenía en ese momento 31 años, ya era una tenista consagrada y uno de los referentes fundacionales de la comunidad LGTB. Se declaró lesbiana en los años 80s. Tuvo varias parejas y finalmente se casó con la modelo rusa Julia Lemigova. Por su orientación sexual tuvo que luchar a menudo tanto dentro como fuera de las pistas.

Un ejemplo de ello fueron las durísimas declaraciones de Margaret Court, otra tenista top de los años 60 conocida como la amazona australiana: «El tenis debe proporcionar una moral correcta y el lesbianismo de Navratilova fomenta que las jugadoras jóvenes sigan su mismo estilo de vida. Hay un grupo de jugadoras lesbianas y bisexuales que dan mal ejemplo a las jóvenes».

Margaret estaba vinculada al pentecostalismo donde recibió su calificación de Reverenda. Esta canceriana, madre de tres hijos, por un lado, con su Mercurio/Júpiter (el valor de la palabra) socavaba el IC de Martina y por el otro su Plutón se oponía partil al Quirón de Martina en Acuario.

Martina, nacida en la antigua Checoslovaquia en plena Guerra Fría tuvo que lidiar para lograr la nacionalidad estadounidense. Fue repudiada entonces por su país natal y pudo recuperar la nacionalidad checa 20 años después.

En el 2010, superó con total éxito un cáncer de mama.

Otro tema tan presente en el tenis en relación a Aries es la rivalidad. Podemos observar su manifestación en los partidos Navratilova-Chris Evert con sus Martes haciendo conjunción en Piscis y en los de Federer-Nadal con sus Martes opuestos en Cáncer-Capricornio.

Otro ámbito de confrontación de Martina ha sido el de la desigualdad salarial, denunciando públicamente a la BBC por pagarle diez veces menos que a su homólogo masculino, John McEnroe, por comentar los partidos de Wimbledon.

Navratilova se retiró a los 38 años con un balance aún no superado, nueve títulos de Wimbledon, 18 títulos de Grand Slam y 167 títulos en individuales.

Pero volvamos a la historia de María. Gracias a la intervención de Navratilova, cuando cumplió los siete, su papá, sin saber una palabra de inglés y con 700 USD en su bolsillo se presentó en IMG, la compañía de representantes de deportistas. Estos acordaron patrocinar a María y pagar los USD 35.000 por año que costaba la estancia en la escuela-internado. Dos años después, llegaría su madre que se convertiría en la administradora de sus ganancias, mientras que su padres se dedicaría exclusivamente a la carrera de Martina como tenista.

Con tan solo 17 años, logró su primer gran triunfo en Wimbledon venciendo a la campeona Serena Williams.

A partir de ese momento, todo el mundo político y empresarial quería hacerse una foto con ella, no sólo los fans. María sería convocada también para desempeñarse como modelo de marcas notables.

A sus 18 años, la revista Forbes decía que sus ingresos anuales ascendían a 18,2 millones de dólares. Gran parte de ese dinero fue donado para proyectos de recuperación del desastre de Chernobil y, en el 2006 crearía su propia fundación dedicada a niños en situación de riesgo. Estas acciones la llevaron al nombramiento de Embajadora de la Buena Voluntad por el Programa de las Naciones Unidas.

Su disciplina, sus 1,88 m. de altura y sus kilométricas piernas aportaban lo suyo. Su brillante carrera, sin embargo dió en el 2016 positivo en un control antidoping que le valió una suspensión de 15 meses. Finalmente, una molestia crónica en el hombro derecho hizo que en febrero 2020 anunciara su retiro.